martes, 11 de agosto de 2009

Contradecirse




Muy frecuentemente solemos caer en la contradicción.
Pensamos unas cosas, y luego decimo otras.
Vemos hechos que al ser contados los modificamos para que parezcan de otro modo.
Podemos ligarlo facilmente a la falta de sinceridad, a la falsedad e incluso al cinísmo.

La mayoría de las veces el daño producido no es ajeno, porque la gran parte de ellas, nos mentimos a nosotros mismos.

Hoy podemos decir que estamos bien cuando nos pregunten.
A mi no me afecta. Al fin y al cabo siempre puedo acogerme a la hipoxia cerebral.
Ya saben, reir por no llorar.

2 comentarios:

  1. No me gustan las incoherencias.
    Pitufo gruñón (yo, últimamente).

    No te preocupes, todo son reposiciones ;) Hoy he salido con bufanda, abrigo y guantes, ¡qué calor daba verme!
    Se te echa de menos.

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  2. como aquella canción del payaso,

    ante el mundo estoy riendo... y mi corazón sufriendo.

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