lunes, 31 de agosto de 2009

De Frente.


Nunca nos damos cuenta. Hasta que es demasiado tarde.
Vivimos el día a día como una carrera a contrareloj, apurando al máximo cada instante, exprimiendo cada minuto, y lo peor del asunto es que la mayoria de las veces lo hacemos en cosas banales.
Aplazamos reflexiones para sobrellevar el momento de la forma más simple posible, pero la verdadera realidad es que todo nos espera a la vuelta de la esquina, y muchas veces a un simple "Click".
De repente descubres que el norte ya no está en el norte, el sur ya no es lo que era, rusia se ha puesto extremadamente moderna y ha desbancado a los mofletes morenitos que reinaban hasta ese preciso instante y que los pacientes de las salas de hospitales hacen amigos a velocidades desorbitadas.
Podrian considerarse hechos aisaldos, pero casi siempre el cóctel suele ir mezclado con algo, para hacer el trago mas sabroso e interesante. Súmale temperaturas sofocantes, convivencias con detalles y días en el calendario por tachar.
Menos mal que siempre nos quedan los fines de semana de llamadas gratis para retomar el contacto y el botón de reset ... que vienen siendo más o menos como los mojitos del monkey mezclados con miradas entre la multitud ...

sábado, 22 de agosto de 2009

Song 4 U



Hay gente que deja huella ...
Hay huellas que dejan gente ...
Y nosotros dejamos huellas y gentes ...

Aquella mañana radiante de verano en el taxi ... (C)
o la maleta por aquella calle ... (O)
o quizás aquel café ... (P)
puede que fuera esa en la que se sacó la foto más tierna jamás vista ... (A)
o en la que te ví pasear con uno de mis bolsos ... (L)


o puede que todas esas mañanas se resuman en aquella en la que yo me negaba a enfrentarme al fin y enfrentar el mundo ... el nuevo mundo ...

"Remember when we were together"

martes, 11 de agosto de 2009

Contradecirse




Muy frecuentemente solemos caer en la contradicción.
Pensamos unas cosas, y luego decimo otras.
Vemos hechos que al ser contados los modificamos para que parezcan de otro modo.
Podemos ligarlo facilmente a la falta de sinceridad, a la falsedad e incluso al cinísmo.

La mayoría de las veces el daño producido no es ajeno, porque la gran parte de ellas, nos mentimos a nosotros mismos.

Hoy podemos decir que estamos bien cuando nos pregunten.
A mi no me afecta. Al fin y al cabo siempre puedo acogerme a la hipoxia cerebral.
Ya saben, reir por no llorar.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Y el darse cuenta ...




Y cuando el tiempo de espera se agota, es cuando pasas a la siguiente fase.
Si antes hablabamos de que eramos capaces de esperar por algo sin apenas ser conscientes de ello, ahora es cuando nos encontramos en el siguiente escalafón.
De repente, del mismo modo y sin darte cuenta te despiertas un dia cualquiera. Abres los ojos y ahí está. Te das cuenta de que el tiempo de espera se ha agotado.
Asumes entre nostalgia, autocompasión, negación y mucha mezcla de sentimientos más que se ha terminado. No va a llegar. No va a volver. Se ha terminado.

Todo resultaba tirante desde hace tiempo, pero lo tirante hasta resultaba bonito y bueno.
Ahora lo tirante es indiferente, y ante la indiferencia ya no hay remedio.

Hay cosas que se rompen. Unas antes y otras después.
Unas las rompen los demás, y otras nos dedicamos a romperlas nosotros.
Es cuestión de madurez asumir que lo que uno rompe tiene que volver a reconstruirlo uno mismo en caso de así quererlo, y no dejarlo pasar esperando (una vez más) que el trabajo se haga por si solo.

Hay caminos que se separan. Yo y mi camino necesitamos tiempo, que es para lo que nos vamos. Tiempo, no saber nada. Ser capaz de volver, sonreir y no volver a pensar nunca más con ese sentimiento de angustia en todo lo que perdimos un día por una tonteria.

Mientras tanto, el ejercicio lo empiezo mal ...
Una cinta malva impregnada de un determinado perfume me acompaña.
En ocasiones nos negamos a hacer las cosas bien desde el principio.
El principio es hoy.