Y así es como se concluye esta primera parte ...
Alejandonos unos 30 km al norte ...
Puede que no todo sea definitivo, ya que siempre cabe la posibilidad de errar y tener que volver.
Hay cosas que si son definitivas, cosas como sentimientos entrelazados que han llegado a un final.
No se sabe si el final es triste o no, pero desde luego es un final.
Ha sido una semana dura, llena de cosas por hacer y poco tiempo para atender a todo. Una semana donde el metro solo sonaba a bullicio y donde las escaleras mecánicas dejaban tiempo a la reflexión.
Abandonamos comodidad por sueños, y los sueños cuestan mucho trabajo y sacrificio.
Alguien dijo una vez que para conseguir una cosa, hay que dejar otra.
Y yo me pregunto, realmente merece la pena abandonar el estado de bienestar por algo que aun no sabemos como es?
Somos tan dados a querer experimentar cosas nuevas aun sin saber la reacción?
Puede que no todo venga rodado, y mucho menos respondido de antemano ...
Pero por lo pronto, las cosas solo estan guardadas en maletas y en los pasillos del metro, sin apenas darnos cuenta y antes de lo previsto ... vuelve a sonar una melodia de jazz entre Central Line y Jubilee Line ...
