Todo este mes ha supuesto un completo cambio.
Hemos aparcado las comidas sanas y puntuales por picoteos malos e incluso a veces ni eso.
Corremos por el metro, porque llegamos siempre con el tiempo justo.
Hacemos planes los lunes para ver a la gente los viernes.
Todo se reduce a tiempo y dinero.
Lo que se llama pound es caro. Lo que se llama penny no.
Escribo mientras me encuentro tirado en una de las miticas moquetas de este país, a las cuales les he pillado cariño. He cenado un bollo de pan del Tesco.
Todo era mucho mas simple en casa, pero estando allí no habia conseguido lo que tengo ahora.
Tengo mi vida. La controlo. Libertad. Yo decido lo que quiero y lo que no.
He escogido a la gente con la que quiero estar. Cuando comer y cuando no. Si es tarde para irse a dormir o si puedo aguantar un poco más.
He alcanzado la felicidad, metiéndome en esta "jungla"
He alcanzado mucho más de lo que nunca había alcanzado.
Y las mudanzas, de gente y de cosas, están por llegar ...
Gracias, felicidad.