martes, 28 de julio de 2009

Esperar.





La gran parte del tiempo de nuestra vida lo dedicamos a ello.
Eso es. Esperamos. Y mucho tiempo.
Siempre se ha calulado y se han hecho estadísticas sobre cuantas horas dormirmos a lo largo de nuestra vida e incluso cuantas veces llega a latir nuestro corazón.
Pero nunca nadie nos ha hablado de lo que significa esperar, en lo que su significado muestra de la forma mas cruda y directa.
Aprendemos a hacerlo de forma inconsciente, sin darnos cuenta, pero lo cierto es que la vida se trata muchas veces de la ante-sala de la acción.
Esperamos un reconocimiento profesional, esperamos cosas que deseamos e incluso algunos seguimos esperando regalos de cumpleaños.
Lo peor de esperar llega cuando sabes que lo esperado no va a llegar, pero te encuentras inmóvil sin poder dejar de estar ahí, totalmente quieto sin ni siquiera poder entender la situación.

Siempre decimos que nadie nos enseña nada, que las cosas hay que vivirlas.
Que mejor que la experiencia para remitirnos a ello.

Nunca se debe esperar nada de nadie, ni se debe esperar encontrarse el semáforo en verde al salir de la boca del metro, ni se debe esperar ser correspondido y ni mucho menos esperar que alguien deje de menospreciarte por ser sincero.

Lo mejor es no esperar ... Lo mejor es correr ...
Se suda más ... Pero se es más feliz ...




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